Amanece en Estambul. XVI.
Una
es como es
aunque se haga a sí misma;
una
es sólo una
con sus más y sus menos
lo que hace y deshace
las propias decisiones
y algunas consecuencias;
una es
así
sola
o así
en compañía
pero es siempre una
con dos o tres cabezas
con un ombligo sólo
manos llenas de dedos que sujetan pinceles
y un libro a la espalda
y un tambor en la oreja;
una es sólo una,
la que ha sido siempre,
la morena por dentro
con la pierna de palo,
un sinfin de no puedos
infinitos quisieras
y el aliento en la nuca
que duda del mañana.
No lo dudes: el aliento en la nuca reconforta. Es que hay alguien detrás (mejor si al lado).
ResponderEliminary así debes ser, como eres y punto, que nadie te moje la oreja.
ResponderEliminarQué bueno es amanecer en Estambul...recuerdo mis dos amaneceres en Estambul como algo mágico.
ResponderEliminar'una es...' increible...
un beso