Amanece en Estambul. XVI.
Una es como es aunque se haga a sí misma; una es sólo una con sus más y sus menos lo que hace y deshace las propias decisiones y algunas consecuencias; una es así sola o así en compañía pero es siempre una con dos o tres cabezas con un ombligo sólo manos llenas de dedos que sujetan pinceles y un libro a la espalda y un tambor en la oreja; una es sólo una, la que ha sido siempre, la morena por dentro con la pierna de palo, un sinfin de no puedos infinitos quisieras y el aliento en la nuca que duda del mañana.