Churras, merinas y caras nuevas
Como muchos sabéis, el pasado viernes recité junto a Ada Menéndez y Marta Noviembre en el Entrelineas. Fue un recital muy bueno, de verdad. Hubo un poco de todo, risas y momentos serios, poemas erótico-festivos, durillos, alegres... en fin, yo creo que las tres compartimos con el público asistente un poco de todo lo que cada una somos. Llenamos el local, hasta arriba, nos presentó, víctima de una encerrona imperdonable, Enol Sanyago y por los comentarios que escuchamos, el "espectáculo" gustó. Como ya va siendo tradición, toda esa gente que insiste en que avise cuando vaya a recitar, los que juran que la próxima no se lo pierden, los que adoran lo que hago, todo esos admiradores virtuales volvieron a ser eso, virtuales. Afortunadamente hace ya tiempo que sé que cuesta muy poco ponerse delante de un ordenador y deshacerse en elogios. Por eso no me creo practicamente nada de lo que me escriben, ni bueno ni malo. Si, malo, porque a mi también me pasan esas cosas de que alguien m...