Mi contracorriente acostumbrada
No sé si es efecto del amor, que se me ha instalado en plan okupa en todas las habitaciones de mi vida y me ha llenado de sonrisas e ilusión; no sé si es efecto del calor o simplemente una sobresaturación... pero de pronto todo esto de los blogs, los seguidores, los universos virtuales, fulanito dice, menganito recomienda, no-sé-quien se hace eco de tal recital, no-sé-cuantos habla de mi libro... me empieza a dar una pereza tremenda. Ahora habrá quien piense "otra que amenaza con cerrar y marcharse al chiringuito a ponerse hasta las cejas de chopitos y cañas". Pues no... ya me gustaría, pero no. Lo que voy a hacer va a ser volver al camino anterior, aquel en que hablaba de lo que me pasaba, recomendaba lo que leía y me gustaba y no me ocupaba demasiado de otras cosas. No sé bien a qué voy a dedicarme en los próximos meses, escribiré, leeré, cuidaré de este amor y lo regaré para que crezca. Pero no quiero andar pendiente de otro tipo de consideraciones, de si lo que hago o dej...