Curiosidades tejeriles XVIII - El «Consolato dell'Arte della lana»

Hoy, en «curiosidades tejeriles» nos vamos de viaje a Nápoles, en concreto a la «Via Arte della lana». Cuando la vi me llamó mucho la atención y tuve que ponerme a indagar.

La calle está dedicada al «Consolato dell'Arte della lana». Pero, eso ¿qué era?

© Mayte Sánchez Sempere 2016

En 1480, durante el reinado de Fernando I de Nápoles (1423-1494) se constituyó este consulado otorgándosele los mismos privilegios que al de la seda y destinado a proteger a los artesanos y comerciantes de lana, que hasta ese momento se habían asociado de forma esporádica.

Entre los privilegios que consiguió este consulado estaba el que sus miembros no podían ser juzgados por tribunales ordinarios, sino que contaban con su propio tribunal. En cuanto a medidas legales, además de una exención de tasas en aduana, se prohibió, bajo diversas penas de multa, la comercialización y elaboración de artículos de lana de forma particular, es decir, fuera de los miembros del consulado. ¿Os imagináis? Tendríamos que pertenecer al «Consolato» para poder hilar o tejer... algo así como pertenecer a un sindicato, gremio o asociación.

© Mayte Sánchez Sempere 2016

También tenían una misión que hoy podríamos llamar de «servicios sociales»: entre los siglos XVI y XVII se mantenía a artesanos del gremio pobres y necesitados y también se ocupaban de las hijas solteras sin padre y en «peligro de honor», alojándolas en el Conservatorio de Santa Rosa, creado por el consulado junto a la Capilla de San Juan Bautista, de cuyo mantenimiento también se ocupaba el consulado.

Establecieron normas sobre la fabricación y comercialización de los productos derivados de la lana así como un impuesto voluntario que se utilizaba para financiar las obras de caridad.

© Mayte Sánchez Sempere 2016

Los privilegios, que en los primeros siglos habían ido incrementándose, fueron disminuyendo al mismo tiempo que la importancia de esta industria, disolviéndose el Consulado en 1808.

Más de 500 años de historia de la que sólo nos queda el nombre de la calle y, quizá, la idea de que aquellas asociaciones profesionales hacían la vida algo más fácil a los artesanos.
© Mayte Sánchez Sempere 2016

© Mayte Sánchez Sempere 2016

© Mayte Sánchez Sempere 2016

(Para ilustrar, os dejo algunas de las fotos que hice en Nápoles, entre ellas la placa de la calle. No sé si con ellas conseguiré haceros viajar hasta allí...).

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