Curiosidades tejeriles XV - La Venus de Milo

Supongo que todas tenéis una imagen mental de la archiconocida Venus de Milo. Es una escultura del periodo helenístico, realizada entre el 130 a.C. y el 100 a.C. y uno de los «misterios» desde su descubrimiento en 1820 han sido sus brazos. Cuando se desenterró, en dos pedazos, aparecieron cerca algunos fragmentos, entre ellos, una mano con una manzana. Pero esos fragmentos se perdieron. Durante la Segunda Guerra Mundial unos arqueólogos turcos solicitaron la devolución de la estatua, considerándola propiedad del Imperio Otomano y declarando que había tres familias que conocían la ubicación de los brazos pero sólo los devolverían si Francia devolvía la estatua.

Como sea, a día de hoy la Venus sigue sin brazos en el Museo del Louvre y continúa el desacuerdo sobre cómo eran sus brazos y qué estaba haciendo. A lo largo de los años se han propuesto numerosas reconstrucciones, basadas tanto en los documentos originales sobre su descubrimiento como en los estudios sobre la mitología y las distintas representaciones artísticas de Venus.


La teoría que más me gusta, discutida como todas las demás, es que estaba hilando. También es la que más le gustó a Virginia Postrel, profesora emérita del Occidental College de Los Ángeles y escritora, autora de «Women's Work: The First 20,000 Years Women, Cloth, and Society in Early Time» (El trabajo de las mujeres: Los primeros 20.000 años. Mujeres, ropa y sociedad en los primeros tiempos). Postrel decidió comprobarlo con la ayuda del artista Cosmo Wenman, que recrea obras famosas utilizando tecnología de impresión 3D y entre los dos, recrearon una Venus hilando que me parece una preciosidad. 


Os dejo un enlace en que la propia Virginia Postrel habla sobre el tema, por si os apetece leer más.

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