Crónica Madrid-Sevilla

El pasado jueves asistimos en Los Diablos Azules al recital que, de la mano de Fernando Sabido Sánchez, gran poeta, pintor y mejor persona, ofrecían Sara Castelar y Benjamín León. Tenía muchas ganas de conocerles en vivo, hasta ahora sólo nos habíamos saludado o comentado a través de la red y sus poemas me han gustado desde la primera vez que di con ellos en el malogrado foro de poesía del café Libertad 8, que tantos buenos poetas reunió y que por desgracia ha pasado a la historia.

El puntito amargo lo puso la dichosa endogamia de los poetas de Madrid, que parece que tenemos una lista de imprescindibles y al que no está en ella no le hacemos demasiado caso. Efectivamente, hubo mucho menos público del que merecían estos dos poetas.

La presentación corrió a cargo de Fernando, que no sólo introdujo a los poetas sino que analizó certeramente la obra de ambos, dándonos un ejemplo de buen hacer contra algunas presentaciones ya habituales en las que el chascarrillo y el compadreo se hacen protagonistas. Da gusto escuchar a alguien que sabe.

En primer lugar recitó Benjamín, al que se veía nervioso pero entregado, recitando desde el fondo. Nos leyó poemas de su libro La luz de los metales, ganador del XII concurso internacional de poesía Flor de Jara otorgado por la Diputación de Cáceres. Además de algunos poemas de este libro nos leyó otros, entre ellos el que en su momento dedicó a Blanca Sandino sin saber aún de su fallecimiento y que transcribo a continuación. Reconozco que me emocionó por ser ella alguien a quien, en la distancia, todos los que tuvimos la suerte de conocer llegamos a apreciar:

A Blanca Sandino
Benjamín León


“Quizá sea que en Jericó resuenan las trompetas
o quizá sea un sonido de campanas”
B. Sandino

Digamos que no existe la palabra: el árido color de la verdad atraviesa la nieve. En tu silencio existen párpados, insoportables números que escuecen la luz y la belleza. Es una rosa tan triste la eternidad, y no conoce página ni tiempo, sino una cerradura en la esperanza. Existe un territorio despojado, con árboles tatuados de otro invierno. Existe la orfandad en lo invisible, en el vacío inútil de mi boca. Suceden la madera y el olvido, el ácido reflejo de las islas que amaron nuestros rostros. Digamos que las lámparas encienden el rastro del espejo y la memoria.
Átame a mí los nudos, aquí en mi corazón los barcos nunca zarpan.





A continuación Sara nos presentó su libro El pulso y envolvió cada verso con una voz cálida y dulce que los hizo aún más apetecibles. El cansancio del viaje (salieron en coche de Sevilla a medio día), los poquitos nervios, el sabor agridulce del público presente y ausente, nada consiguió restarle emoción a su recitado. Uno de mis poemas favoritos fue Lisboa:

Lisboa
Sara Castelar Lorca

Las calles de Lisboa se muerden las esquinas
y lamen en secreto la pobreza,
suena un gemido frágil que roza como un fado,
como lágrima dulce,
como un verso sanguíneo de Pessoa
fluyendo por la vena del farsante.

Caes sobre el mundo como un crujido obsceno,
niña de rodillas sucias,
arena penetrada de palidez y escombro,
las orillas del Tajo te escupen en las nalgas
cuando estás más desnuda,
cuando suenas a carne y a pendiente
y lésbica te agitas.

No hay palabras que toquen este silencio sucio
que brota en todas partes,
ese aroma lascivo de los perros subiendo por los muslos,
y tú, tan suya
balbuceas en la lengua del vencido toda oscuridad perversa
y ofreces al amor el esqueleto.

Vas a la noche azotada de cal, preñada de claveles,
y amas, amas como no es posible amar
sin la prolongación del ángel,
sin la piedra que lentamente curva tu honda anatomía.

Tu desnudez ya no te pertenece
ni tus rezos
ni la espina cruel de tu blancura donde se rompe el aire.

Porque tú, niña despeinada de río,
con dulcísimo temblor de gorriones

has girado en el mar.



Terminamos la noche como de costumbre, charlando. Giovanni Collazos, Ilkhi Carranza y yo mantuvimos una agradable conversación tanto entre los tres como con Sara y Benjamín que aún ocupados con la dedicatoria de libros tuvieron palabras y tiempo para todos. Un verdadero placer. De hecho, tuve que arrastrar a Ilkhi a la calle porque no había forma de irse y el viernes había que madrugar.

Comentarios

  1. A Benjamín lamentablemente no lo conozco, a Sara un poco más porque contactó conmigo en cierta desagradable experiencia vivida con estos líos de la poesía. Desde entonces le tengo un sincero afecto además de que la admire profundamente como poeta. me quedé con las ganas de poder asistir a esta presentación, así se lo comuniqué a ella.
    Lo que me sorprende, y desde luego me desagrada si es cierto, que no dudo de tu opinión, Mayte, sino que como soy de Sevilla, no tengo el conocimiento que tú, es esa endogamia de los poetas de Madrid de la que hablas. El año pasado pude contactar con ese ambiente, estuve un par de noches en los diablos azules y yo, que no soy nadie a estos niveles pues hasta este mes y este año no he consguido publicar mi rimer poemario en papel, sin embargo me sentí calidamente acogida por un montón de buenos y buenas poetas madrileños. Es más, viví, invitada para la ocasión, mi primera experiencia recitando en público, y créeme,siempre quedrá en mi memoria como una de las más agradables experiencias vividas. Pero aparte de esto, lo más valioso creo que me ha quedado , es precisamente eso, la liberalidad, la generosisdad conque los "círculos" madrileños me acogieron, a mí que como te digo no soy nadie.
    No sé, tal vez esto ultimo que te digo tenga que ver en la buena acogida, :)), pero entoces creo que no es mal de poetas madrileños, sino de querencia de cualquier grupo humano. "miedo al otro no vaya a ser que ofrezca algo mejor que yo", tan humano como comprensible y perdonable.
    Creo que pudo suceder también con este recital que se celebró en fechas muy próximas la vuelta de las vacaciones, cuando aún los "cerebros" no se habían hecho a la idea de que la temporada comenzaba. Si no me equivoco abrió la misma en los diablos.
    En todo caso me ha encantado encontrar tu crònica, me alegra haberme encontrado con los versos de Sara y Benjamín y te doy las gracias por ser tan generosa.
    Voy a dejarte la dirección de mi blog porque estoy logueada sin querer con otra cuenta en la que creo no salta el enlace. Discúlpame, por favor.

    Un saludo, Mayte, y como te decía antes, encantada de haber encontrado tu blog
    Sofía

    http://sofiaserragiraldez.blogspot.com

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias Mayte, por estar con nosotros ese día y por estas palabras que nos dedicas, nosotros disfrutamos mucho esa noche, fue maravilloso estar entre vosotros, conocerte a ti y a Ilkhi, a Gio, a Fernando...de verdad que no se puede pedir más. Muchas veces hemos pensado, tanto Benjamín como yo, que se intuía en ti una persona llena de energía positiva, ahora ya tenemos más que claro que es así, da gusto conocer a personas con esa vitalidad, lo digo de corazón.
    Ya hablaremos de la poesía infantil, me encantaría meterme de lleno en eso, después de lo que me comentaste estoy aún más animada.
    Te mando un abrazo enorme y ya sabes dónde estamos cuando quieras venir a conocer las raíces de tus ilustres ancestros, aquí os esperamos, no lo dudes.

    Gracias Mayte, eres una mujer muy especial.

    ResponderEliminar
  3. Como todas las tuyas, espléndida crónica, Mayte.
    Y me gusta especialmente esa referencia a la endogamia de la tropa... Ay, que yo quise ir (entre otras cosas) por eso y ahora parece que...

    Nada, ya tengo el sistema operativo operativo, es lo que gané y ahora puedo escribir esto. Pero perdí poesía, y charla, y amigos por ver.

    Bss

    ResponderEliminar
  4. SOFIA, quizá no me he expresado del todo bien, aunque también es cierto que tan sólo quería dejar apuntado el tema y centratme en el recital: si me pongo a analizar el mundillo poético me da para 300 folios y encima seguro que se me ofenden más de uno y más de dos. Por hacer un resumen te diría que no se trata tanto de un "rechazo" a quienes vienen de fuera como una incomprensible falta de curiosidad por quienes no están dentro del propio círculo. Eso y una especie de epidemia de protagonismo y pasión por los recitales en los que recita quien quiere: esos se llenan... pero de poetas que quieren recitar. Parece que los poetas somos mal público, o nos tientan con la zanahoria del micro abierto o sólo acudimos a aquellos recitales que consideramos imprescindibles. Y no creo que sea una cuestión de miedo a que el otro lo haga mejor que uno, aqui todos andamos sobrados de autoestima, ja ja ja. Ahora en serio... hay muchos recitales pero parece que siempre se llenan los mismos. No es la primera vez que veo algo así, buena poesía para muy pocos (mejor para esos pocos, los recitales atestados de público son insufribles). Realmente es un misterio... o simple y llanamente que vamos a ver a los amigos. Ya te digo, tema muy complejo que daría para escribir toda la noche.

    Me alegra verte por aquí, pasaré con detenimiento por tu blog, nada de visitas de cortesía.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  5. SARA, te tomo la palabra, acamparemos en tu salón, ja ja ja.

    Me alegró mucho conoceros, un beso grande para ambos.

    ResponderEliminar
  6. MAESTRO, quiero ante todo hacer constar que lo primero que hice al llegar a los Diablos fue comentar tu llamada a Fernando y hacerle saber la rabia que te daba no poder ir :P

    Me alegra que tu sistema opere de nuevo, que cuando se pone inoperativo ¿quien lo desinoperativizará? el desinoperativizador que lo desinoperativizare buen desinoperativizador será (cuando nos veamos te lo recito, me pongo a ensayar desde ya, ja ja ja)

    Besos mil

    ResponderEliminar
  7. Mayte, te agradezco mucho tus palabras y tu lectura de nuestra presencia. Fue una experiencia muy agradable conocerles y compartir con ustedes esto que nos llena el espíritu. Ojalá volvamos a coincidir pronto y podamos charlar más tendidamente entre copas y poemas.

    Un abrazo fraterno, Benjamín.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Curiosidades tejeriles IV - la fibra de angora

Curiosidades tejeriles XII - Los grosores del hilo

Curiosidades tejeriles VI
Fair Isle