Curiosidades tejeriles XIX - THE MARY FRANCES KNITTING AND CROCHETING BOOK

Hoy, en "curiosidades tejeriles" os traigo la traducción del primer capítulo de un libro muy curioso, "THE MARY FRANCES KNITTING AND CROCHETING BOOK OR ADVENTURES AMONG THE KNITTING PEOPLE" (El libro de calceta y ganchillo de Mary Frances o aventuras entre la gente tejedora").


Es un libro para niñas, publicado en 1918, que forma parte de una colección en la que se enseñaba a las pequeñas esas cosas que toda mujercita de su casa debería saber hacer según, las costumbres de la época.


Los protagonistas son los útiles para tejer, Mary Frances, que es quien aprende y su tía Maria, a la que nada impide seguir con sus planes salvo "la enfermedad o la muerte". Además de la historia, hay instrucciones y fotografías para tejer algunas prendas sencillas, montar puntos, hacer cadenetas... vamos, lo que viene a ser un libro para principiantes.



El libro está publicado dentro del proyecto Gutenberg, una inmensa biblioteca de libros digitalizados libres de derechos. Y vamos al texto, que me estoy alargando demasiado (aviso, la traducción que he hecho es un poco libre):


CAPÍTULO I - Knit y Knack

- ¡Le enseñaremos a calcetar!- declararon orgullosamente las agujas de tejer de la abuela de Mary Frances. Hablaban a la vez.

Cuando no hablaban a la vez, una repetía lo que la otra decía. Ya sabes, eran gemelas. Una se llamaba Knit y la otra Knack.

- ¡Y yo le enseñaré ganchillo! - dijo la gran aguja de ganchillo, igual de orgullosa.

- Calcetar es mucho más antiguo que hacer ganchillo -dijo Knit.

- Calcetar es mucho más antiguo que hacer ganchillo -repitió Knack.

- ¡Calcetar! -exclamó el ganchillo Crow Shay- ¡No lo es!

- ¿Cómo puedes demostrarlo? -preguntó Knit.

- ¿Cómo puedes demostrarlo? -repitió Knack.

- ¡Muy fácil! -contestó Crow Shay- Hacer ganchillo consiste en hacer nudos. La gente hacía nudos mucho antes de pensar siquiera en tejer. Calcetar es una forma de tejer, ya sabéis. Hacer nudos, no, ya sabéis.

- Para ser honesto -intervino una nueva voz- creo que ninguno de vosotros sabe de lo que está hablando; pero podría contaros una historia -y el gran ovillo de lana se acercó rodando al grupo de agujas.

- ¡Oh, disculpa, Woolley Ball! -suplicaron las agujas- No queremos oír nada más sobre lanas...

- Es fácil de ver -continuó Woolley Ball, ignorando la grosería de las agujas- que para la mayoría de la gente es más fácil aprender a hacer ganchillo que calceta. Por tanto, parece que será mejor que sea Crow Shay sea quien comience con las lecciones.

- ¿Qué es esto? -Baby Yarn se sentó de pronto, con todos los pelos de punta. Siempre le pasaba cuando se emocionaba- Woolley Ball, sabes muy bien que yo soy la elegida para dirigir las clases.

- Discúlpame, por favor -rogó Woolley Ball-, me interesan tanto la calceta y el ganchillo que me temo que a veces me olvido hasta de mi mismo.

Lentamente, el pelo de Baby Yarn volvió a su sitio y ella, cuidadosamente, lo alisó y peinó con la mano.

- Además, creo Crow Shay debería empezar con las clases -dijo.

Crow Shay miró por encima del hombro a las agujas.

- ¡Coge el ganchillo! -rieron las agujas- Nos divertiremos escuchando las clases.

- ¡De acuerdo! -gritó Woolley Ball a Crow Shay-. Préparate, ganchillo. Te colaré en la bolsa de tejer de La Cruz Roja -y allá que saltó Crow Shay, mientras el gran ovillo rodaba tras él. Se acomodaron al fondo de la bolsa y Crow Shay abrazó con cariño a Woolley Ball.

- Pasaremos un rato estupendo con Mary Fances, ¿no crees, Woolley Ball? -preguntó Crow Shay.

- Seguro que sí -contestó cálidamente Woolley Ball-. [...]

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