Curiosidades tejeriles III - La seda de mar
Hoy tocan "curiosidades tejeriles" inspiradas en el Mediterráneo, que tanto dolor nos trae cada día.
¿Habéis oído hablar de la seda de mar? Es una fibra natural conocida desde la antigüedad: los egipcios la utilizaban para envolver a las momias, los griegos y romanos, para confeccionar prendas de lujo y los chinos la llamaban "seda de sirena".
La seda de mar, también llamada biso, procede de las barbas del Pinna Nobilis, un molusco parecido a los mejillones pero de mayor tamaño... ¡puede medir hasta 1 metro de largo!
Los filamentos se tratan con limón y especias y adquieren un tono dorado muy apreciado. Por desgracia, el Pinna Nobilis está en peligro de extinción y hoy en día únicamente se elabora seda marina en la isla de Sant'Antioco, en Cerdeña.
Allí, Chiara Vigo continúa la tradición familiar y practica el antiguo arte del hilado y tejido de la seda marina. Y nunca cobra por ello, porque también la tradición dice que intentar enriquecerse con ella traerá una maldición.
Si queréis saber un poco más sobre ella y sobre la seda marina, aquí os dejo el enlace a un reportaje que incluye unas fotos preciosas de Andrea Pasquali. Reportaje.
Y a la vista de esto... ¿no os da la impresión a veces, al tejer, de que nuestras manos están unidas por las hebras a todas las mujeres que tejían alrededor del Mediterráneo ya en la antigüedad? No sé a vosotras, pero a mi me reconcilia con la humanidad y con la historia.
¿Habéis oído hablar de la seda de mar? Es una fibra natural conocida desde la antigüedad: los egipcios la utilizaban para envolver a las momias, los griegos y romanos, para confeccionar prendas de lujo y los chinos la llamaban "seda de sirena".
La seda de mar, también llamada biso, procede de las barbas del Pinna Nobilis, un molusco parecido a los mejillones pero de mayor tamaño... ¡puede medir hasta 1 metro de largo!
Los filamentos se tratan con limón y especias y adquieren un tono dorado muy apreciado. Por desgracia, el Pinna Nobilis está en peligro de extinción y hoy en día únicamente se elabora seda marina en la isla de Sant'Antioco, en Cerdeña.
Allí, Chiara Vigo continúa la tradición familiar y practica el antiguo arte del hilado y tejido de la seda marina. Y nunca cobra por ello, porque también la tradición dice que intentar enriquecerse con ella traerá una maldición.
Si queréis saber un poco más sobre ella y sobre la seda marina, aquí os dejo el enlace a un reportaje que incluye unas fotos preciosas de Andrea Pasquali. Reportaje.
Y a la vista de esto... ¿no os da la impresión a veces, al tejer, de que nuestras manos están unidas por las hebras a todas las mujeres que tejían alrededor del Mediterráneo ya en la antigüedad? No sé a vosotras, pero a mi me reconcilia con la humanidad y con la historia.
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