Sigo aquí

No me he ido ni tampoco me he quedado. Sigo la vida a este lado de la pantalla, e incluso dentro también, en otros sitios. El tiempo se estira bastante pero nunca es tan elástico como yo quisiera y tengo un grupo de personajes secuestrando mi pensamiento y un niño la mar de extraño que me llena los dedos de rotulador. "Cesárea programada" seguirá creciendo, despacio, como lo hacen los niños cuando ya son adolescentes y crecen más por dentro que por fuera. Y también habrá cuentos, dibujos, fotografía, arte de otros... pero todo en pequeñas dosis y espaciadas. 

Gracias por estar al otro lado.

Comentarios

  1. Desde este lado del mundo virtual, donde el más o menos loco sigue con sus locuras, seguiremos mirándote a la par que generando pequeños montoncitos de palabras , acumulándolos con paciencia de hormiga.

    Yo también sigo , voy cascada abajo sobre la piel del río.

    ResponderEliminar
  2. y yo sigo aquí, donde la cascada se hace espuma...en vilo me tienes! ¿5 semanas sin verte por aquí? tú te crees que eso es normal? jajaja ya te vale ! ;)

    Menos mal que ya estás de vuelta...y veo que con muchas sorpresas que se aproximan...

    que me alegro Mayte...

    besos

    ResponderEliminar
  3. Begoña, nos vemos en el eter virtual :)

    -------------------------

    Ay que me desconcierto... ¿y esas cañas, qué? Se están acumulando peligrosamente :P

    ResponderEliminar
  4. Me gusta mucho leerte, Mayte. Tu página es una agradable y asombrosa sorpresa. Te sigo, te sigo. Aplaudiendo.

    ResponderEliminar
  5. Yo acabo de volver de por ahí.
    Necesitaba irme mucho, mucho rato.
    Me he ído lo que he podido pero habría querido quedarme mucho más tiempo.
    He vuelto y me gusta encontrarte a tí diciendo que estás y a desconcierto diciendo que también está t a Carmen y a Bata y a ka y a toda la peña medio loca y maravillosa.
    ¡Qué bien!

    Un beso.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Curiosidades tejeriles IV - la fibra de angora

Curiosidades tejeriles XII - Los grosores del hilo

Tres milagros