Cosas que pasan... y te da la risa

Entras a un bar después de un recital. Es tarde, hay quien tiene hambre y quien no, quien vive fuera y quien no. Mesa para todos. Yo una cerveza, yo otra, que sean tres... traiga esto y aquello, piden los que quieren comer. Conversación... poesía, el tiempo, política, libros, librerías... oye, que nos vamos, que no llegan al tren... tocamos a 8 euros, hasta otra, un placer.

Bouncing coins, por Olivier (Breda, Holanda)

Quedamos seis. Sólo tres han cenado, los demás no teníamos hambre... faltan por pagar 60 euros... por más cuentas que echamos no hay manera. Y nos da la risa floja. Anda, echa el pan al bolso, para desayunar mañana, que no quede ni una patata, rebaña la salsita. Por poco no nos llevamos hasta el cenicero.

Es evidente algunos poetas son muy, muy de letras, pero de las endosadas.

Comentarios

  1. Juass, me apetecía quedarme, pero se ve que acerté cenando en casita. Ahorrarré para la próxima.

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  2. Saben de letras y también de números, jejeje. Son muy sensibles.

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  3. Hola nena,
    te dejo un comentario para decire que yo tb acabo de leerme "Tokio Blues" y me ha gustado el autor y la traducción es muy buena.
    Le doy un 8.
    Dejé una entrada en inglés en mi blog sobre las chicas de la novela.
    Ahora estoy leyendo del mismo autor
    "Kafka en la orilla".
    Baci

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  4. Olé la sensibiladad de los poetas hasta en las cuentas.

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  5. ...algunos tiene un paliza.
    Qué cabroncetes.

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