Cuaderno de tinta: El Palomas

Vuelvo a la tinta, que me enamoró hace tanto... para ser exacta, unos 42 años, ahí es ná. Entonces dibujé mi primer árbol a plumilla y me impresionó la capacidad dramática de la tinta.

Mi abuelo me regaló uno de sus palilleros y una cajita de antiguas plumillas de caligrafía. ¡Lo que habré disfrutado con ellas! Ahora uso rotuladores calibrados, pero en cuanto me den las vacaciones voy a volver a la plumilla, a las salpicaduras, a los dedos negros y a aprender nuevas maneras. Perra vieja aprendiendo trucos nuevos.

Este dibujo lo empecé a la orilla del charco El Palomas, con los pies en el agua fresquita, y lo terminé en casa. Unas 4 horas de trabajo, más o menos. Es pequeño, tamaño A5. El agua sigue siendo un reto que solo consigo de forma muy mediocre. Algún día encontraré la forma que me convenza.