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Mostrando entradas de febrero, 2011

Venecia

  No es que le tenga "pelusa" a Voltios, que acaba de abrir su blog de fotografía y lo ha estrenado con ciudades que empiezan por V... Es que Venecia me ha sabido a poco, se me ha quedado pegada y ahora cuando me corto tengo la impresión de que mi sangre se ha vuelto Rojo Venecia y tengo ganas de pisar charcos y cruzar canales, de escuchar el eco de mis pasos y olvidarme del ruído del tráfico; me he quedado con hambre de chimeneas y sueño, mucho sueño, de ese que sólo se quita cerrando los ojos al sol en una ciudad mágica.

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Océano mar. Alessandro Baricco 10/10 El mar en toda su inmensidad cabe en este relato lleno de magia, fuerza y vida. Una verdadera maravilla. Viviré con su nombre, morirá con el mio. Jorge Semprún 9/10 Un relato estremecedor contado sin aspavientos ni victimismo, con la crudeza de lo real y también con toda su ternura. El dolor, el miedo, el ser humano al límite... así es la vida a veces. Como Ulises en una cacharrería. Ángel Muñoz 9/10 Poesía de barrio y de vida, de pantalón corto y recorrido largo. Poemas para pensar y recordar, para reflexionar y vivir. La vida nueva. Orhan Pamuk 8/10 Una historia en la que la fantasía y la realidad se dan la mano a través de la reflexión del protagonista y de la del lector. El tesoro de la sombra. Alejandro Jodorowsky 5/10 Relatos y microrelatos con un denominador común: la invitación a la reflexión sobre la vida, la felicidad, la búsqueda. Algunos más conseguidos que otros, aunque esperaba más... me h

Cesárea programada - VIII

A veces me pienso plantas abajo, los nervios penetrando las aceras, la raíz de lo vivo hundiéndose, horadando hasta encontrar suelo real, roca, agua estancada, me pienso tacto a través de adoquines, asfalto, conducciones de gas, cables eléctricos... me pienso piel más allá del túnel y las vías, el suelo tiembla al paso de los trenes y siento cómo vibro con la única vida que puebla éste intermedio: la vida del desecho que fluye subterráneo, me pienso plantas abajo en el abismo que me separa de la corteza viva, me pienso olor a humus, tacto a roca, canción de río, mujer sabor a tierra,

Poema

Fue una riada lenta, asfalto derretido que llegó al tercer piso en zonas escogidas; arrastró animales de dos y cuatro patas, volcó algunos coches, inundó varios sótanos; negro y caliente arrasó dos hectáreas: ______ espigas, amapolas, ratones y unas vías ______ de trenes jubilados quedaron sumergidos bajo una cicatriz con vestido de fiesta. Por eso ahora el pino ya no es pino sino débil frontera entre el parque y el ruido; ahora los muertos están algo más lejos y la muerte, quizá, algo más cerca.

Poema

Pregunta al ermitaño que habita en tu paraguas ¿por qué, si no la lluvia, por qué, si no el granizo? Pregúntale por qué te estás mojando, por qué de cada paso sólo comprendes medio. Pregúntale y observa cómo se transparenta, cómo suelta el paraguas, cómo abre la boca. Cada pregunta le quiebra una varilla, rasga la tensa seda de tus seguridades. Sal a la calle y sigue preguntando ¿por qué, si no la vida, por qué no soy más sabio?

Poema

No nos falta harina, agua nos sobra lo que no hay son ganas de hornear nuevos panes, por eso arañamos cada día la corteza de algún viejo mendrugo olvidando el sabor del pan caliente, seguros de acertar y testarudos repitiendo el gesto de llevar a la boca el mismo pan mohoso que comieron los hijos de los hijos de aquel que se atrevió el primero a meter en el horno la hogaza de la idea.