Poema
Él y yo tenemos un problema de vista
al parecer grave:
no vemos
el color negro en algunas pieles
más o menos oscuras,
pero el otro día
vimos un gato azul
lo juro
azul como los pantalones
aunque en realidad era gris
y marrón
pero él y yo lo veíamos azul,
porque él
dice que Ruth es, como mucho, marrón,
no "negra"
y Katy
la más guapa del mundo,
no "panchita"
y Cris
un gamberro,
no un "gitano".
Los dos padecemos ceguera infantil
y vemos los colores
un poco a nuestro aire,
como vemos caimanes en los charcos.
al parecer grave:
no vemos
el color negro en algunas pieles
más o menos oscuras,
pero el otro día
vimos un gato azul
lo juro
azul como los pantalones
aunque en realidad era gris
y marrón
pero él y yo lo veíamos azul,
porque él
dice que Ruth es, como mucho, marrón,
no "negra"
y Katy
la más guapa del mundo,
no "panchita"
y Cris
un gamberro,
no un "gitano".
Los dos padecemos ceguera infantil
y vemos los colores
un poco a nuestro aire,
como vemos caimanes en los charcos.
Este poema está inspirado por Nacho, mi hijo de casi 8 años, cuya visión del mundo me enseña todos los días a mantener la ilusión, la magia, la inocencia, la fantasía como suelo firme que pisar. Nacho y yo inventamos cuentos y palabras, imaginamos caimanes en los charcos e historias absurdas. Le ponemos una pizca de locura al camino de vuelta a casa y corremos aventuras en cualquier sitio. Su lógica me muestra lo equivocado de muchos de los "principios" de los mayores y yo trato de enseñarle a crecer sin perder la magia ni los piratas.
Los caimanes de qué color son?
ResponderEliminaruna pizca de locura de vuelta a casa...
ResponderEliminarqué bonito Mayte....y es que debemos ponernos más a menudo las 'gafas de ver como niños'...
Me ha encantado todo...hasta la explicación posterior al poema. GRACIAS
Vale, los caimanes son rojos. Mi niño es un cuentista de cuidado :)
ResponderEliminar-----
Si, Desconcierto, tenemos que hacerlo más a menudo, nos enseñan mucho ¿verdad?
Besos a ambos.
Qué dulzura dentro de tanta sabiduría, Mayte !!
ResponderEliminarMe llegó bien hondo, che.
Una belleza el poema, pero la dedicación me ha conmovido.
ELLOS y yo tenemos un problema de vista
al parecer grave.
CUATRO HIJOS, OCHO OJOS, y dos más, los de esta terca mula que se empeña en ver lo que ellos no ven.
DIEZ ojos- correremos al oftalmólogo.
Mis hijos tienen miradas extrañas.
O será al revés.¿?
GRACIAS.
ABRAZO DESDE ARGENTINA.
SIL
Hola SIL... ¡cuatro hijos! Seguro que te dan diversión en abundancia. Yo tengo tres y cada uno me enseña cosas diferentes... Nacho es el más pequeño y tiene una imaginación desbordante, es un cuentista, un narrador en potencia. Elena, la mediana, es totalmente absurda, inventa palabras e historias delirantes, actua para si misma y vive de su propia felicidad. Y Clara, mayor, es seria y sentenciosa, aunque tiene un sentido del humor muy maduro y ocurrente. Es la duda, la reflexión, el "por qué"... en fin, todo lecciones y gafas con cristales realmente limpios.
ResponderEliminarUn abrazo que cruce el océano.