Churras, merinas y caras nuevas

Como muchos sabéis, el pasado viernes recité junto a Ada Menéndez y Marta Noviembre en el Entrelineas. Fue un recital muy bueno, de verdad. Hubo un poco de todo, risas y momentos serios, poemas erótico-festivos, durillos, alegres... en fin, yo creo que las tres compartimos con el público asistente un poco de todo lo que cada una somos. Llenamos el local, hasta arriba, nos presentó, víctima de una encerrona imperdonable, Enol Sanyago y por los comentarios que escuchamos, el "espectáculo" gustó.

Como ya va siendo tradición, toda esa gente que insiste en que avise cuando vaya a recitar, los que juran que la próxima no se lo pierden, los que adoran lo que hago, todo esos admiradores virtuales volvieron a ser eso, virtuales. Afortunadamente hace ya tiempo que sé que cuesta muy poco ponerse delante de un ordenador y deshacerse en elogios. Por eso no me creo practicamente nada de lo que me escriben, ni bueno ni malo.

Si, malo, porque a mi también me pasan esas cosas de que alguien me amenaza o me insulta a través del blog. Lo que pasa es que jamás entro al trapo, sencillamente borro la estupidez y sigo a lo mio, como si nada. Me pasan muchas, muchas cosas a las que no doy importancia. Por ejemplo, a mi también me han censurado una entrevista y lo mismo algún día la publico aquí, ya que quien me la pidió no parece querer publicarla.

Cuento todo esto porque me hacen una cierta gracia los dramas que pueblan la blogosfera. El anonimato es un escudo tras el cual se esconden todo tipo de desequilibrados. Y me parece tonto ofenderse por esas cosas. La vida real transcurre fuera de internet, las relaciones reales no se basan en redes sociales, la amistad existía antes de Facebook y era otra cosa, la meta de un autor no debería ser tener comentarios o visitas en su blog, sino escribir mejor. Cuando uno centra toda su actividad en las estadísticas, en los seguidores, en los comentarios, en los links, lo menos que puede esperar es que se le arrime algún pirado, que hay muchos en la red.

Hay muchas maneras de conseguir visitas, pero creo que la única que debería satisfacer a un autor es la calidad de los contenidos, no los intercambios de comentarios almibarados. Si tengo un blog no es para hacer amigos sino para compartir con quien esté interesado lo que hago. Si gusta, bien, si no, también. Eso si, no acepto insultos, pero es que este es mi espacio y hago con él lo que me da la gana.

En cuanto a los amigos... no sé quién se inventó eso de que los poetas son diferentes, especiales, seres puros y etéreos adornados de virtudes ausentes en el resto del género humano. Los poetas solo son un grupo de bípedos (en su mayoría), medianamente civilizados (en su mayoría) a los que une una afición común que las más de las veces no es tan común, puesto que son incapaces de determinar qué es poesía y qué no lo es. Entre los poetas los hay miserables y generosos, hijos de puta y bellas personas, perfumados y con olor a rancio. Es difícil hacer amigos entre poetas como seguramente lo sea entre albañiles o vigilantes de seguridad... bueno, igual lo de los vigilantes merecería capítulo aparte.

¿A que viene pues extrañarse de traiciones, intereses, desintereses, caricias en el lomo, puñaladas por la espalda, ya-no-te-ajunto, si-criticas-a-mi-amigo-te-vas-a-enterar y demás pejigueras? Los poetas tienen todos su puntito vanidoso y exibicionista. Dale un blog a un poeta y ya la tienes liada... el ego-surfing se queda corto.

La verdad, empiezo a estar un poco aburrida de este mundillo endogámico en el que parece que hay que comentar por obligación, llevar la agenda de recitales que son siempre de los mismos diez o doce autores, pon mi cartel y yo pongo el tuyo, ven a escucharme y yo juro que iré a verte a ti... es tan cansado. Hay que andar siempre con cuidado porque las vanidades ajenas suelen ser muy sensibles y enseguida se te ofende el personal. Eso o hieres la susceptibilidad de alguien porque no has sabido redactar una entrada o comentario de manera que la ironía con que querías hacerlo fuera indiscutible y captable al primer vistazo.

En fin, que va a dar igual lo que diga, porque parece que nos tomamos los blogs más en serio que el testamento de un tío millonario... Me quedo con la alegría de haber contado el viernes con una veintena de caras nuevas escuchando a TresMendas.

Comentarios

  1. Ole Ole y Ole!!!!!!

    Y a ver para cuándo una tarde de dulces y té!!! Vecina!!!

    BesosssS

    ResponderEliminar
  2. suscribo todo lo que has escrito
    y te mando un saludo y un abrazo fuerte
    Kebran

    ResponderEliminar
  3. Justo en eso estaba pensando.
    No podría expresarlo mejor.
    Te lo copio en mi cosa y ya está.

    ResponderEliminar
  4. Gracias por poner un poco de cordura, Mayte. La Literatura no tendría que quedar desplazada por cuestiones domésticas.
    La CREACIÓN es trabajo callado, solitario, silencioso. Lo demás es...

    UN ABRAZO. me apuntaría a esos dulces :))

    ResponderEliminar
  5. Pues sí, vuelvo con más tiempo, porque tu comentario dice verdades, de manera abierta, valiente y fluida -en cascada demoledora- Hay párrafos que me dan escalofríos. En particular cuando haces referencia a:

    -Que también te han vetado alguna entrevista y que le has dado la importancia justa que se merece. Que también has sufrido acoso y le has dado idéntica importancia. O mejor dicho, que has antepuesto sobre estas cuestiones, tu objetivo principal, que es trabajar, vivir la POESÍA.

    -Que estás cansada de ver tanto amiguismo y desamiguísmo por intereses. Es decir, "yo te apoyo, porque me apoyaste y así es posible que me vuelvas a apoyar, y viceversa"

    -Cansada de ver compañerismo de bandas. Lo que de común vamos denominando diariamente "endogamias"

    -Tu claridad en comunicar tu decepción a la gente que siempre promete asistir la próxima vez. Y que comprendo perfectamente que sea significativo para una persona como tu, que vive con intensidad este aspecto de la recitación. No hay nada más bonito que comunicar nuestros verdaderos sentimientos a los que nos rodean o nos importan.

    Y otro aspecto también bastante interesante es el de los comentarios a las entradas de los blogs. Bueno, es cierto que es bueno intercambiar pareceres, saber que tu trabajo ha tenido eco, que le ha comunicado algo a alguien y cómo se lo ha comunicado. Pero si ésto no se hace por obligación, si no únicamente cuando ha habido un gran impacto comunicativo provocado por el texto, además de retrasar el desgaste, agiliza la fluidez, las ganas de superación propia y se actúa en beneficio de la sinceridad.

    Creo que has hecho bien en exponer estas cuestiones, porque si nadie dice nada, paulatinamente se va ensuciando el lago hasta convertirse en pantano. Y el resultado será el desencanto, la desilusión, la desbandada, el cierre de blogs y desperdiciar las posibilidades tan interesantes de un medio como este.

    Te confieso que desde la periferia, desde el Sur, estas cuestiones se ven de otra manera. Yo no estoy dentro del ojo del huracán, nunca he presentado a ningún concurso -salvo al de los loquitos de BLETISA del año pasado, jeje. En gran parte, porque es una acción muy bonita-, nunca he escrito a ninguna editorial y tampoco he recitado. Tan sólo escribo y cuelgo lo que escribo. Que es bien poco, como ves. O bien mucho, según como se mire. Y trabajar un poco para que haya buen intercambio entre la gente.
    Y en muchas ocasiones me siento como apartado por no vivir en Madrid (o cerca de Madrid) y no estar metido en todo ese tipo de experiencias y perfomances, que aparte de ser totalmente legítimas, no acaban de quitarme el sueño. Pero es cierto, desde lejos parece distinguirse cierto nerviosismo por subir escalones y quizá desde cerca, se aprecie con tanta intensidad que produzca miedo y desazón. Quizá por eso la gente se ponga tan nerviosa cuanto le tocas su blog o sus poemas, porque está en juego su....

    BESOS auténticos y sinceros.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Curiosidades tejeriles IV - la fibra de angora

Curiosidades tejeriles XII - Los grosores del hilo

Tres milagros